martes, 11 de noviembre de 2014
ARTHUR MACHEN
"La puerta de la casa estaba, en efecto, entreabierta y, pasando por un zaguán que olía a moho, se asomaron a la habitación vecina. Era una gran sala que llegaba hasta el fondo de la casa; el papel -un viejo papel rojo y aterciopelado, con manchas negras- se desprendía de las paredes en largas tiras; la arcilla primordial, la tierra húmeda y poderosa, se erguía otra vez, tras una derrota de muchos años, para deshacer la obra de los hombres."
ARTHUR MACHEN: Los tres impostores.
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2 comentarios:
Me encanta esta escena, es más que una foto, está llena de gente.
Qué maravilla, qué maravilla.
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