sábado, 22 de noviembre de 2014

HERMANN HESSE


"Diez años atrás, cuando Johan Veraguth adquirió la propiedad de Rosshalde e instalóse en ella, era una vieja finca destartalada, a la que se entraba por una vereda invadida de hierbajos y unos escalones medio derruidos; el parque se había convertido en una impenetrable selva y los bancos de aquél veíanse cubiertos de musgo. En aquella extensa heredad, con sus buenas ocho yugadas de cabida, no se alcanzaban a la sazón más edificios que la hermosa mansión de los señores -un tanto deteriorada-, con las caballerizas anejas, y un pabellón de recreo al estilo de los templetes paganos, que se conservaba en el parque, cuyas puertas, desplomadas, colgaban de sus desvencijados goznes, y en cuyos muros, otrora tapizados de seda azul, crecían libremente el musgo y plantas parásitas."

HERMANN HESSE: Rosshalde

martes, 11 de noviembre de 2014

ARTHUR MACHEN


"La puerta de la casa estaba, en efecto, entreabierta y, pasando por un zaguán que olía a moho, se asomaron a la habitación vecina. Era una gran sala que llegaba hasta el fondo de la casa; el papel -un viejo papel rojo y aterciopelado, con manchas negras- se desprendía de las paredes en largas tiras; la arcilla primordial, la tierra húmeda y poderosa, se erguía otra vez, tras una derrota de muchos años, para deshacer la obra de los hombres."


ARTHUR MACHEN: Los tres impostores.